Regula, entre otros, la entrada y salida del territorio español (residencia de extranjeros en España) y del territorio Schengen, la obtención de visados de trabajo (visado de residencia por inversión o Golden visa, visado de tránsito, visado de agrupación familiar, etc…) y de estudios, la homologación de títulos extranjeros, el matrimonio de extranjeros con españoles, los divorcios de ciudadanos extranjeros, exequatur de divorcios, etcétera.

El derecho de extranjería no es ni más ni menos que el derecho a la libre circulación y residencia de los ciudadanos que el Ordenamiento jurídico internacional subordina al hecho de que la persona, sea cual sea su nacionalidad, (nacional o extranjero), se halle legalmente en el territorio de un Estado. Así se deduce de la literalidad del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 12.1) y del Cuarto Protocolo del Convenio Europeo de Derechos Humanos (artículo 2.1).