¿Deudas empresariales? Conoce el concurso de acreedores

Cuando las empresas comienzan a verse en aprietos económicos, suelen recurrir a diferentes prácticas con tal de no tener que declararse en quiebra, tales como despedir personal, someterse a una reestructuración administrativa o solicitar préstamos con, por ejemplo, entidades bancarias. Este fenómeno se vio agravado durante el estado de alerta, donde muchas empresas se vieron en la obligación de cerrar sus puertas y endeudarse si querían mantener su negocio. Por suerte, para muchas personas dueñas de pequeñas, medianas y grandes empresas, en España existe el Derecho Concursal, o concurso de acreedores. Este mecanismo permite en el mejor de los casos darle una segunda oportunidad a la empresa, y si no, un último respiro para que queden saldadas sus deudas.

¿Qué ocurre con las deudas en el concurso de acreedores?

El concurso de acreedores es una herramienta poderosa, pero a la que las empresas no deberían de solicitar. Sin embargo, la realidad supera muchas veces a lo que las personas quieren y los dueños se ven en la necesidad de tener que acudir a estas instancias de salvataje. El concurso de lo que primeramente se encarga es de satisfacer las deudas con los acreedores, que por diversos motivos no pueden ser satisfechas. Además, puede servir como una herramienta de seguridad social para los trabajadores, y como una segunda oportunidad para no tener que cerrar sus puertas.
Respecto de las deudas, cuando se inicia el proceso, lo que muchas veces se busca es cancelar deudas pendientes, con tal de poder comenzar un nuevo negocio sin mayores problemas y ojalá no volver a cometer los mismos errores que llevaron a la actual situación de insolvencia. Sin embargo, lo que de manera más común ocurre es que las deudas son reorganizadas. El primero de los dos casos, la cancelación deudas, se realiza cuando la empresa o el deudor no tiene ningún solvente o fondo económico para hacerse cargo de la deuda, terminando la empresa en un estado de quiebra. En el segundo caso, en cambio, se habla de que la empresa está en estado de suspensión de pagos.
En el caso de la suspensión de pagos, lo que se busca con el concurso de acreedores es, además de reorganizar la deuda, pagarle de forma diferenciada a quienes demandan dicha deuda en un orden predeterminado. En primer lugar, se debe solventar la deuda a los más desprotegidos, es decir, los trabajadores de la empresa, y luego se comienza a subir en jerarquía. Al final del proceso se encuentran aquellas personas que hayan sido culpables de poner a la empresa en una situación desfavorable.
El concurso de acreedores es una herramienta muy útil con la que las empresas pueden hacer frente a las deudas con tal de evitar declararse en quiebra. El impacto social que puede tener una empresa en quiebra puede ser devastador para muchas personas que ven en esa empresa su fuente de ingresos, por eso lo que se busca con el concurso es evitar esta situación, y poder hacerle frente a las dificultades económicas derivadas de las deudas.